jueves, 3 de junio de 2010

Esquizfrenia

Las llamadas esquizofrenias (paranoide, simple, catatónica o hebefrénica) son en realidad un grupo que presentan algunas características comunes y son alienaciones mentales (psicosis) donde a veces predominan el autismo y el negativismo (el paciente no habla, se niega a comer, no se mueve, mira fijo en un punto lejano) o son agresivos para sí mismos y para los otros, incluidos familiares, en actos que parecieran inmotivados.
Es importante que los padres sepan que estos cuadros pueden aparecer en la adolescencia temprana o entre los 20 y 30 años. Sin tratamiento su curso es progresivo y evoluciona por "brotes": estas crisis los van dejando con un defecto cada vez mayor, deteriorando sus capacidades mentales. Hay que destacar que, muchas veces, la familia no consulta a tiempo porque, a pesar de que tenga actitudes extrañas, abandone sus cuidados personales, los estudios o el trabajo, refiera ver su cuerpo cambiado o sentirse despersonalizado, sólo lo entienden como "rareza" o que "se hace el loco", atribuyéndolo a los "caprichos de la juventud".

La esquizofrenia es una afección que se da en todas las razas y clases sociales o niveles económicos sin distinción y son muchas las teorías que buscaron dar cuenta de sus causas: desde la posesión demoníaca y satánica, a las brujerías, "la madre esquizofrenizante" (concepto que ha caído en descrédito) o la familia que enloquecía al paciente hasta la que sostiene que hay alteraciones celulares en el cerebro. La más actual y aceptada es la que ubica a nivel de los neurotransmisores cerebrales (son sustancias que segregan las células nerviosas para comunicarse entre ellas) como base del trastorno. Por supuesto que no se puede ver a un individuo como a un mero resultado de la acción de sus neurotransmisores sino como la interrelación entre su cerebro y su cuerpo con el medio familiar y social en el cual vive.

En años posteriores hacen su aparición los llamados antipsicóticos de última generación o atípicos, como el Risperidone,

CLOZAPINA

Acción Farmacológica: La clozapina ha resultado ser un antipsicótico diferente de los neurolépticos convencionales. En los experimentos farmacológicos no induce catalepsia ni inhibe el comportamiento estereotipado inducido por la apomorfina o la anfetamina. Posee una débil actividad bloqueadora de los receptores dopaminérgicos D1,D2,D3 y D5, pero tiene una elevada afinidad por los receptores D4, además posee potentes efectos noradrenalíticos, anticolinérgicos, antihistamínicos e inhibidores sobre la reacción de despertar. Se ha demostrado que posee también propiedades antiserotoninérgicas.

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